Acerca de Licenciatura en Derecho
Descripción:
La carrera de Derecho de la Universidad de Valparaíso habilita para el ejercicio de la profesión de abogado, con estándares de calidad, en los diferentes ámbitos que ella comprende, incluyendo la defensa y representación de las personas en procesos judiciales y administrativos, la asesoría jurídica y el ejercicio de la judicatura y de las distintas tareas auxiliares de la administración de la justicia.
Ella abarca el estudio riguroso y sistemático de las normas y principios jurídicos vigentes, acompañado de una actitud atenta a la evolución de la sociedad y de la búsqueda permanente del valor de la justicia, como una de las dimensiones fundamentales en una sociedad democrática, a partir de una perspectiva pluralista y tolerante.
En nuestra Escuela de Derecho se da una integración armónica entre tradición y modernidad. Es una escuela centenaria que cuenta tanto con destacados docentes e investigadores de tiempo completo, como con abogados de importantes estudios jurídicos e instituciones públicas, y que combina la formación teórica con la práctica. Nuestro objetivo es preparar a los estudiantes para los desafíos del futuro, a partir de una constante actualización de lo mejor de la cultura y el criterio jurídicos que han caracterizado a nuestros egresados durante más de un siglo.
Perfil del Licenciado:
El Licenciado en Ciencias Jurídicas de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso es un graduado formado para desempeñarse con estándares de calidad en aquellos campos que el ordenamiento jurídico vigente y las prácticas predominantes en nuestra sociedad reconocen como propios de la profesión de abogado.
Las principales áreas del quehacer profesional para las que se encuentra habilitado son las siguientes:
- Defensa y representación.
- Asesoría jurídica.
- Ejercicio de la función jurisdiccional.
- Gestión de conflictos mediante métodos alternativos de resolución.
- Elaboración de normas jurídicas.
- Investigación y extensión jurídicas y enseñanza del Derecho.
Estos ámbitos de realización se articulan a partir de un saber fundamental propio del abogado, como es su capacidad para la interpretación y argumentación jurídicas, es decir, su habilidad para atribuir significado a enunciados normativos de un modo que resulte coherente con el conjunto del ordenamiento jurídico y con la realidad social y el sustrato axiológico que subyacen a él y para expresar, verbalmente y por escrito, justificaciones basadas en normas, persuasivas y lingüística y lógicamente plausibles, para las decisiones que adopta o las opciones que defiende en el ejercicio de la profesión.
La educación jurídica del Licenciado incluye la formación de una conciencia crítica autónoma, que le permite juzgar la utilidad, corrección y justicia de las normas e instituciones jurídicas, así como de los efectos sociales que éstas produzcan, con la finalidad de colaborar en el perfeccionamiento del Derecho.
El Licenciado está en condiciones de comprender la pluralidad de concepciones filosóficas, políticas y jurídicas propias de una sociedad abierta, de valorar positivamente dicha diversidad y desarrollar, en consecuencia, conductas tanto personales como profesionales guiadas por el pluralismo y la tolerancia. Se espera, asimismo, que manifieste un compromiso activo con la construcción, preservación y perfeccionamiento de la democracia y con el respeto de los derechos fundamentales de las personas.